Con importantes avances en los estudios científicos finalizó la temporada de campo Nº 48 del Programa de investigación Ballena Franca Austral en Península Valdés. Cada proyecto realizado contribuye a aumentar el conocimiento sobre la biología y el comportamiento de las ballenas, generando información invaluable para su manejo y conservación.
Identificando ballenas desde el aire
Cada año desde 1971, en forma conjunta con el Ocean Alliance realizamos relevamientos aéreos de las costas de Península Valdés para foto identificar a las ballenas. Esta temporada volamos los días 8 y 9 de septiembre y registramos un nuevo récord : 865 ballenas incluyendo 365 crías en los Golfos Nuevo y San José. Esto eleva aún más el récord que registramos en 2017, cuando contamos 788 animales.
Hoy conocemos casi 3.350 individuos, algunos desde hace casi cinco décadas. Y la cantidad de ballenas identificadas continúa creciendo ya que a través del programa BIG FISH, ahora podemos sumar las fotografías aportadas por fotógrafos y guías a bordo de las embarcaciones de avistaje turístico.
Utilizamos toda esta información para describir la Dinámica poblacional, un aspecto de la ecología de una especie que es esencial conocer para lograr su conservación.
Conociendo el estado de salud de las ballenas francas
Desde el año 2003, el Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral realiza exámenes de cada ballena franca que muere en Península Valdés y alrededores. En lo que va de la presente temporada hemos registrado 21 ballenas muertas, todas crías. Los varamientos fueron encontrados durante los relevamientos aéreos sistemáticos que realizamos y también reportados por integrantes de la red de aviso, con quienes estamos siempre agradecidos por informar sus hallazgos. Los investigadores continuarán realizando el monitoreo sanitario hasta diciembre.
Monitoreo de la frecuencia de ataques de gaviotas a ballenas
Desde 1995 realizamos observaciones sistemáticas de los ataques de gaviotas a las ballenas francas desde costa, utilizando telescopios montados en trípodes.
Esta temporada llevamos a cabo el monitoreo durante varias horas cada día en el mes de septiembre con la colaboración de investigadores y estudiantes de las Universidades Nacionales de la Patagonia San Juan Bosco, Córdoba y Buenos Aires. Realizamos seguimientos visuales de ballenas madres y crías desde la costa a través de telescopios montados en trípodes, y tomamos nota de su comportamiento y de cada ataque de gaviota que se produce sobre los animales observados durante 60 minutos.
Mariano Sironi, relata:
«En esta temporada, durante varios seguimientos no registramos ningún ataque, y pudimos así observar el típico comportamiento de descanso, cuando las ballenas flotan casi inmóviles en la superficie por largos períodos, y los ballenatos aprovechan para amamantar. En otras ocasiones, la lactancia se interrumpe cuando las gaviotas picotean el lomo de las ballenas, en particular de las crías, para alimentarse de su piel. Por ejemplo, durante un seguimiento la misma gaviota picoteó el lomo de una cría 31 veces en una hora, manteniendo a la cría en actividad constante.Si bien este parasitismo es un comportamiento natural de las gaviotas, afecta notablemente el bienestar y el estado de salud de las ballenas, en particular de las crías.»
La significativa preferencia de los ballenatos como blanco del ataque por parte de las gaviotas resalta el impacto que este comportamiento parasítico tiene sobre esta clase de edad de la población de ballenas francas.
Este año el equipo estuvo integrado por Florencia Vilches, Agustina Saez, Camila Muñoz, Macarena Agrelo, Candelaria Piemonte, Carla Reati y Nicolás Lewin coordinados por el Dr, Mariano Sironi.
Nuevo proyecto para evaluar la condición corporal de ballenas francas australes
¿Cómo podemos evaluar el estado corporal de animales tan grandes como las ballenas, que además viven en el agua y fuera de nuestro alcance para examinarlas? Una manera de hacerlo es mediante la “fotogrametría”, una técnica por la cual medimos sobre fotografías aéreas el largo y ancho del cuerpo de las ballenas para determinar cuan gordas o flacas están. En el caso de las madres y crías, si estas mediciones se realizan periódicamente sobre los mismos individuos a lo largo de la temporada, pueden detectarse cambios a medida que las madres pierden peso a través de la leche que producen para sus ballenatos, quienes a su vez aumentan de peso y de tamaño, pudiendo crecer hasta 4 cm por día en las primeras semanas de vida. Si este estudio se replica en poblaciones de distintos sitios del mundo, puede hacerse una evaluación global de la condición corporal de una especie.
Esto es precisamente lo que estamos haciendo con las ballenas francas de Península Valdés, en un proyecto colaborativo entre el Dr. Fredrik Christiansen de la Universidad de Murdoch en Australia, la Dra. Marcela Uhart de la Universidad de California, Davis, el Dr. Mariano Sironi del Instituto de Conservación de Ballenas (co-directores del Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral) y el Dr. Michael Moore de Woods Hole Oceanographic Institution. El estudio cuenta con la asistencia de la investigadora Raquel Soley y de Adrián Diaz, estudiante de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco de Puerto Madryn.
Mediante el uso de vehículos aéreos no tripulados o “drones”, el Dr. Christiansen ya ha realizado 400 vuelos y ha obtenido 1.600 fotografías aéreas verticales de las ballenas, sobre las que se han tomado mediciones de largo y ancho. Solo en el mes de agosto se identificaron 380 individuos diferentes a través del análisis de su patrón de callosidades. La obtención de fotografías continuará hasta finales de noviembre.
Luego de analizados los resultados, los compararemos con el estado corporal de las ballenas francas de Australia. Además, los videos obtenidos desde el aire permitirán aumentar la calidad de las observaciones desde una perspectiva inmejorable, incrementando nuestro entendimiento sobre el comportamiento de las ballenas durante su estadía en las aguas de Península Valdés.
Por su parte, Vicky Rowntree – Directora del Programa Ballena Franca Austral de Ocean Alliance – desde un acantilado en el Golfo San José registró la frecuencia respiratoria de madres y crías, como otro modo de evaluar el estado físico de las ballenas. Estas observaciones luego serán comparadas con los datos fotogramétricos de las ballenas presentes esta temporada
» Observar las ballenas desde la tierra, el agua y el aire para tratar de entenderlas un poco más genera sensaciones incomparables. Hay en estas observaciones mucho de curiosidad científica, pero también hay mucho de vivencias personales. Quienes hacemos este trabajo, dedicamos nuestras vidas a observar, analizar y tratar de entender lo que pasa en el mundo natural. Yo invito a todas las personas a comprometerse para que entre todos construyamos un mundo mejor, más justo y más saludable para las ballenas, los humanos y todas las especies. Gracias a todas las personas que hacen posible nuestro trabajo con las ballenas de Península Valdés.» Mariano Sironi
© Instituto de Conservación de Ballenas. GACETILLA DE PRENSA – IMPORTANTES AVANCES EN LOS ESTUDIOS CIENTÍFICOS SOBRE LAS BALLENAS DE PENÍNSULA VALDÉS. Se puede reproducir citando la fuente.