Tras 302 días desde su marcación en el Golfo Nuevo, y habiendo batido el récord de transmisión histórico del proyecto, el dispositivo satelital de Amalthea dejó de emitir señal el 26 de julio, dando por finalizada la sexta temporada del proyecto de seguimiento satelital de ballenas francas australes. Amalthea es una de las 18 ballenas que fueron equipadas en Península Valdés con dispositivos satelitales durante septiembre 2021. A menos de dos meses del lanzamiento de una nueva temporada, repasamos los principales resultados de la última edición.
La sexta temporada del proyecto Siguiendo Ballenas finalizó luego de haber logrado registros e información de gran valor -y en algunos casos, inéditos- sobre la ballena franca austral. Los recorridos y rutas migratorias de 18 individuos fueron monitoreados satelitalmente durante los últimos meses para localizar ambientes clave para el ciclo de vida de la especie en el Atlántico Sur y generar información relevante para su conservación.
El proyecto se realiza a partir de la articulación de esfuerzos de un equipo integrado por miembros de instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil de tres países: CESIMAR-CONICET, CIMAS-CONICET, ESCiMar (Universidad Nacional del Comahue), Fundación Patagonia Natural, Instituto de Conservación de Ballenas, NOAA, Instituto Aqualie, Universidad de California – Davis, Wildlife Conservation Society-Argentina y el Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral. Cuenta además con el aval del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Argentina y la provincia de Chubut, y con el apoyo de la Asociación de Guías Balleneros de Puerto Pirámides.
Desde que se inició el proyecto en 2014, se registraron las trayectorias de 65 individuos, y se prevé sumar durante esta nueva temporada 2022, entre 15 y 19 nuevos individuos. En 2021, fueron 18 las ballenas equipadas en el área reproductiva Península Valdés, Chubut, Argentina y cuyos recorridos pudieron seguirse en www.siguiendoballenas.org.
A continuación, compartimos los resultados más destacados de la reciente temporada concluida.
Amalthea y el récord de emisión de transmisores
El dispositivo satelital de Amalthea batió el récord de transmisión: 302 días desde su marcación en en el área reproductiva de Valdés en septiembre de 2021. La distancia total recorrida por Amalthea en estos 10 meses de seguimiento fue de 19.470 km. Los avances tecnológicos incorporados a los transmisores satelitales en las últimas temporadas permitieron incrementar su tiempo de permanencia y lograr registros durante 259 días en promedio para los 6 dispositivos de larga duración, otro nuevo récord para este proyecto.
Los dispositivos -que no afectan la salud ni el comportamiento de los animales- dejan de enviar datos cuando se desprenden o se agotan sus baterías, lo cual ocurre semanas o meses después de colocados, dependiendo de varios factores, pero principalmente del tipo de tecnología aplicada. Utilizando transmisores satelitales de última generación, podemos conocer la localización en el mar de cada individuo, con una frecuencia de varias posiciones al día. El análisis de estos datos, asociados a variables oceanográficas, nos permite saber el modo en que utilizan los diversos ambientes marinos, si se trasladan o se están alimentando.
Electra y el primer registro del viaje migratorio completo de una ballena franca con cría
A lo largo de 248 días monitoreamos la travesía de Electra, una hembra adulta con cría que abandonó las aguas de Península Valdés el 6 de noviembre de 2021 y después de recorrer 18.368 km entre los 41° y los 49° S, fue nuevamente avistada junto a su cría el 5 de junio, en cercanías del Faro de Punta Tehuelche en el Golfo San José. Ambas se encontraban en perfectas condiciones
El único registro previo de recorrido migratorio completo fue el de “Papillón”, un macho juvenil marcado en 2014, en la primera temporada del proyecto. El nuevo registro es de gran relevancia por el hecho de ser una hembra con cría, dado que en su migración están sujetas a enormes demandas energéticas. Conocer las áreas y las distancias recorridas en su viaje completo es un aporte muy importante al conocimiento de esta especie
Ver Nota relacionada: Por primera vez se registró el viaje migratorio completo de una ballena franca con cría
Andrómeda y el registro más austral
El dispositivo satelital de Andrómeda aportó información durante 254 días en los cuales recorrió 12.344 km. Durante este período, Andrómeda recorrió los mares subantárticos, y entre febrero y mayo de 2022 exploró el Mar de Weddell al noreste de la Península Antártica. Luego, regresó al Mar de Scotia. Perdimos conexión el 8 de junio de 2022 cuando Andrómeda se encontraba entre las Islas Orcadas y el extremo austral del archipiélago de las Islas Sandwich del Sur. De las madres con cría monitoreadas por este proyecto, batió el récord de latitud austral: traspasó el paralelo 66°S.
A lo largo de sus travesías entre las áreas de reproducción y las de alimentación, las ballenas de Valdés recorren zonas económicas exclusivas de diferentes países y las aguas internacionales adyacentes. Este registro refuerza la necesidad de coordinar esfuerzos a nivel regional para su conservación.
Antares y el inédito registro del viaje migratorio de una ballena en años diferentes
Este año también pudimos conocer, por primera vez, el recorrido de una misma ballena franca austral en dos años diferentes -información inédita para la especie: en 2015 como hembra solitaria y en 2021, junto a una nueva cría. Antares es una hembra adulta que en 2021 se encontraba con su cría en el Golfo Nuevo, Península Valdés, y a la que el 27 de septiembre se le colocó un transmisor satelital, sin saber que se trataba de Atrevida, la misma ballena que también fue monitoreada satelitalmente durante el 2015. Este hallazgo fue posible gracias a nuestro programa de foto-identificación que permitió al equipo del ICB reconocerla y saber que se trataba de la misma ballena.
Las diferencias de los recorridos hechos por Atrevida/Antares en 2015 y 2021, podrían indicar que las ballenas francas hembra seleccionan de manera diferente sus áreas de alimentación según su estado reproductivo. Esta información nos permite promover la protección de sitios esenciales durante períodos críticos de su vida, como cuando están amamantando a sus crías durante la migración
Ver Nota relacionada: Los viajes de «Antares» por el Atlántico Sur
¿Por qué seguimos ballenas?
Aunque la caza comercial ya no representa una amenaza para esta especie y la población de Península Valdés continúa aumentando, diversas actividades e impactos humanos constituyen riesgos crecientes para estos grandes mamíferos. Entre ellos la colisión con embarcaciones, el enmallamiento en artes de pesca, la actividad sísmica offshore, la contaminación marina y los crecientes efectos del cambio climático.
La información generada permite remarcar la importancia de las Áreas Marinas Protegidas para su conservación y resulta un insumo valioso para recomendar regulaciones de actividades (pesqueras, petroleras y de transporte naviero) con potencial impacto sobre las ballenas y otras especies marinas. Además, el proyecto resalta la relevancia de los golfos de la Península Valdés para su reproducción, y para el desarrollo del turismo responsable de avistaje de ballenas.
Los resultados del seguimiento satelital del presente estudio, los obtenidos en años anteriores y los que resulten de relevamientos futuros, son insumos de enorme relevancia para el manejo y la conservación de esta especie emblemática.
© Instituto de Conservación de Ballenas. GACETILLA DE PRENSA – Con gran éxito concluyó la sexta temporada del Proyecto «Siguiendo Ballenas». Se puede reproducir citando la fuente.