El Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Áreas de Influencia, del cual el ICB es miembro activo, publicó un informe para advertir sobre los graves impactos que tendría el cultivo de salmones y truchas en la costa argentina si se aprueban la iniciativas que están siendo consideradas por el gobierno nacional y por la provincia de Tierra del Fuego.
Las 23 organizaciones integrantes del Foro cuestionan la propuesta de instalar y operar centros de cultivo de salmónidos por tratarse de especies introducidas que no pertenecen naturalmente a la Argentina.
“En base a la abundante información científica y técnica disponible, el cultivo de especies introducidas en un ecosistema tan rico y frágil como el mar patagónico representaría un error histórico que lamentaremos para siempre. Las graves implicancias ambientales de la salmonicultura, sobre todo en ecosistemas donde estas especies no son nativas, están totalmente comprobadas y son irreversibles”,sostiene el Dr. Claudio Campagna, presidente del Foro para la Conservación del Mar Patagónico.
Los principales problemas ambientales documentados y asociados a esta industria, detallados en el informe, se refieren al escape de salmónidos, lo que implica la introducción de especies exóticas desde las jaulas de cultivo al ambiente natural; el abuso de antibióticos, antiparasitarios y otras sustancias químicas; la introducción y propagación de enfermedades y de sus agentes causales; la acumulación de residuos sólidos y líquidos en el fondo marino; las interacciones negativas directas e indirectas con mamíferos marinos y aves, entre otros.
“Las mismas empresas que pretenden instalarse en Argentina llevan treinta años operando en Chile, donde han causado un daño de enorme magnitud en un ecosistema que no sólo es único, sino que tiene un potencial extraordinario para el turismo de naturaleza. La experiencia chilena debería servir para no replicar el mismo camino en la Argentina”, argumenta Alex Muñoz, director del programa Pristine Seas de National Geographic y coautor del documento.
El informe, disponible en www.marpatagonico.org, fue puesto a disposición de las autoridades nacionales y del gobierno de la provincia de Tierra del Fuego. Representantes de estas organizaciones esperan reunirse con ellas para abordar este tema.
En la Argentina, la acuicultura no tiene la relevancia que ha alcanzado en otros países, incluso en la región del Cono Sur. Sin embargo, el contexto de desarrollo a nivel nacional está cambiando. Por un lado, se encuentra vigente la iniciativa “Innovación Acuicultura Argentina – INNOVACUA” gestionada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (MinCyT), que ha firmado un acuerdo de colaboración y cooperación técnica con el Gobierno fueguino para instalar una granja multitrófica integrada para el cultivo de diversas especies marinas, entre ellas, truchas (una especie de salmónido). Por otro lado, la República Argentina ha firmado recientemente un convenio con el Reino de Noruega para llevar adelante el “Proyecto de Acuicultura Nacional”, y evaluar la factibilidad del desarrollo de acuicultura basada en salmones en Tierra del Fuego.
“El gobierno nacional y el de Tierra del Fuego aún podrían dar un ejemplo de responsabilidad en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre otros compromisos internacionales asumidos por el país y leyes nacionales que apoyan nuestra posición”, explica Ana Di Pangracio, Directora Ejecutiva Adjunta de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).
El Foro para la Conservación del Mar Patagónico trabaja en red desde 2004 y reúne la experiencia regional de las organizaciones de la sociedad civil del Cono Sur que trabajan en la conservación marina del cono sur, ofreciendo un enfoque regional único y una mirada integral de los valores, conflictos y oportunidades de conservación, necesaria para abordar el funcionamiento y desafíos de este ecosistema.
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