Durante la temporada 2023, entre las ballenas relevadas fotográficamente, nos reencontramos con Luminosa en el Golfo Nuevo de Península Valdés. Esta hembra de coloración morfo gris es una de las integrantes del Programa “Adoptá una Ballena”. Su registro aporta información muy relevante acerca del ciclo reproductivo de las ballenas francas.
Luminosa, es la ballena Nº 1193-94 del catálogo de ballenas francas australes identificadas en la Península Valdés. La conocemos desde su nacimiento y desde entonces la hemos podido registrar en 7 años diferentes de los cuales en cuatro se encontraba junto a una cría. En junio del año pasado, ya con casi 30 años, volvimos a registrarla en el marco del proyecto “Midiendo Ballenas” y probablemente estaba preñada. Si bien no obtuvimos registros posteriores con su cría ya nacida, su condición corporal coincidía con la de una hembra al final de la etapa de gestación.n. En esta ocasión fue registrada en el Golfo San José y en compañía de una cría, morfo gris como ella.
La información que nos brinda Luminosa demuestra la importancia de continuar con la foto-identificación y el monitoreo a largo plazo para poder detectar tempranamente problemas que pueden estar afectando la salud y la supervivencia de las ballenas.
Una ballena que ilumina el mar
Luminosa, se destaca por su coloración morfo gris. Al nacer las ballenas con esta coloración son casi completamente blancas y luego van tornándose grises a partir del primer año de vida. Esta coloración es una característica que se hereda: sus crías también son morfo grises o bien tienen manchas grises en su cuerpo. Por ejemplo, la madre de Luminosa tenía una gran mancha blanca en su mentón.
Algo curioso es que nacen más machos que hembras con esta coloración, debido a que se relaciona con los cromosomas sexuales, lo cual hace que Luminosa, al ser que es una hembra, sea aún más especial. Cuando vemos ballenas con esta coloración justo antes de salir a la superficie, parecen iluminar el agua del mar desde abajo, de allí el nombre de Luminosa.
El valor de cada nuevo registro en su historia de vida
Luminosa, actualmente es una hembra de 30 años y fue identificada por primera vez en 1994 junto a su madre. Luego volvimos a registrarla en los siguientes años: 1997, 2009 con cría, 2012 con cría, 2014 con cría, 2018 con cría.
Con este nuevo registro realizado el 23 de junio de 2023 por el investigador Nicolás Lewin, sumamos informacion muy relevante para seguir conociendo su historia de vida.
Nicolás relata así este encuentro:
“Recuerdo que era un día de cielos densamente nublados. En contraste con las aguas oscuras, su figura parecía irradiar luz desde las profundidades, iluminando un día tan apagado. Apareció solo una vez, solitaria y majestuosa. Por su imponente tamaño y la época del año, sospecho que estaba preñada,.”
¿Qué nueva información aporta este registro? Si bien no pudo registrarse nuevamente durante esta temporada, varias características durante esta observación indica que podría haber estado preñada:
- La proporción del ancho respecto del largo del cuerpo es grande. Otras hembras que registramos con estas proporciones corporales luego son avistadas con una cría.
- El ancho del cuerpo justo detrás del ojo muestra un engrosamiento. Esto se le atribuye a una gran reserva de grasa, típica de ballenas que están muy gordas antes de parir o que acaban de parir.
- Además, hay una porción específica del cuerpo que se ensancha cuando están preñadas, justo detrás de la mitad del cuerpo.
- Por último, el registro fue realizado en junio, el mes en el que más registros de hembras preñadas tenemos en el proyecto Midiendo Ballenas.
Asumiendo que Luminosa estaba preñada, esto agrega información valiosa sobre su historia de vida. Ella fue registrada varias veces con cría pero si se analizan los intervalos entre las pariciones del 2012, 2014 y 2018 surge una señal de alerta.
Las ballenas francas tienen en promedio una cría cada tres años: un año de gestación, el segundo de lactancia y el tercero recuperando energías para la siguiente preñez. Cuando un ballenato muere poco después de su nacimiento, su madre, que casi no ha gastado energías para amamantarlo, puede quedar preñada un año antes de lo normal. Así, vuelve a tener una cría dos años después en lugar de tres. Otros cambios en el proceso reproductivo pueden generar intervalos de cuatro años. Estos son indicadores de fallas reproductivas, algo que estamos registrando con mayor frecuencia en la población de Península Valdés.
Por otro lado, desde 2018, cuando se la vio con cría, hasta 2023 (posiblemente preñada) transcurrieron 5 años. Si asumimos que en 2023 estaba efectivamente preñada, un período entre partos de 5 años es distinto al esperado. Esto indica que probablemente haya perdido una cría entre medio. También podria haber sucedido que haya tardado varios años en recuperar una condición corporal óptima para volver a quedar preñada. Por lo general esto último ocurre cuando hay baja disponibilidad de alimento en las zonas de alimentación. Al no tener registros ede Luminosa entre 2018 y 2023 es difícil atribuirle cualquiera de estos posibles eventos con certeza.
Cada ballena es única y especial. Por este motivo el reencuentro con una ballena conocida y sobre todo cuando forma parte del Programa de Adopción es una gran noticia para compartir.
Tu donación nos ayuda a seguir trabajando para comprender mejor estos procesos y contribuir con la conservación de ballenas como Luminosa y su familia.
© Instituto de Conservación de Ballenas. GACETILLA DE PRENSA – Historias de Ballenas: Luminosa, una ballena que demuestra la importancia de la investigación a largo plazo. Se puede reproducir citando la fuente.