Hasta el momento, se han examinado 12 de las ballenas encontradas recientemente en el Golfo Nuevo, y se realizaron necropsias parciales. Las ballenas evaluadas estaban en buen estado físico y no presentaban lesiones externas.

Debido a la ubicación de los varamientos cercanos a Puerto Pirámides, donde no se permite realizar las necropsias, y al estado de descomposición de los cuerpos agravado por las altas temperaturas, se ha dificultado la posibilidad de recolectar muestras diagnósticas y para evaluar biotoxinas. La descomposición de los cadáveres sugiere que la mayoría de las muertes se produjeron entre el 21 y el 24 de octubre.

De todos los individuos examinados, sólo una hembra adulta estaba en condiciones adecuadas para recolectar contenido estomacal. Estas muestras fueron negativas a dinoflagelados tóxicos en el análisis realizado por la oceanógrafa Viviana Sastre de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, en Trelew. En los pocos casos en que fue posible, colectamos muestras para análisis de biotoxinas, incluyendo contenido intestinal, humor acuoso del ojo, orina, leche, sangre, hígado y riñón. En todas las ballenas examinadas recolectamos barbas, grasa y piel para análisis posteriores.

Recientemente se registraron abundantes células del dinoflagelado Allexandrium sp, productor de toxina paralizante de los moluscos en el Golfo Nuevo, en dos zonas y momentos distintos: el 15 de octubre en Bahía Cracker (Laboratorio de Mamíferos Marinos, CESIMAR-CONICET) y el 29 de octubre en Punta Pardelas (Proyecto de Investigación para la Iniciativa Pampa Azul “Detección y pronóstico de floraciones algales nocivas (FANs) en la región de los golfos norpatagónicos”). Dicho esto, las muestras de cholgas colectadas el 21 de octubre en Punta Pardelas y Playa Paraná por la Subsecretaría de Pesca y analizados por la Dirección Provincial de Salud Ambiental, presentaron niveles de saxitoxinas inferiores al límite de toxicidad para humanos (establecido en 400 unidades ratón). Esto hace suponer que la floración se ha presentado en forma de parches y solo ocasionalmente solapándose con las áreas de alimentación de las ballenas. Resta analizar las muestras obtenidas de las ballenas para evidenciar toxinas, análisis que se realizará oportunamente en el laboratorio de referencia del INIDEP.

Este evento de mortandad tiene características similares al ocurrido en octubre de 2022 en el Golfo Nuevo, lo que ha orientado la investigación hacia la hipótesis de que algunas de estas muertes están relacionadas a una floración de algas nocivas productoras de biotoxinas (también conocidas como “mareas rojas”). Las ballenas en esta época están alimentándose del plancton primaveral, cuya floración alcanza su punto máximo hacia el final del tiempo de permanencia de las ballenas en la zona de cría de Península Valdés.