El domingo 7 de julio se registró una ballena en el cauce del Río Paraná de las Palmas, a la altura del partido de Escobar. Lamentablemente el animal falleció en la madrugada del día siguiente antes de poder realizar un operativo para lograr encausarlo hacia mar abierto. El Instituto de Conservación de Ballenas participo del grupo conformado para responder a este evento inusual producido en la provincia de Buenos Aires.
Navegantes que circulaban por el cauce del Paraná de las Palmas, reportaron el avistaje de una ballena nadando río arriba. La Red Federal de Asistencias de Varamientos de Fauna Marina, recientemente conformada, fue alertada por el Jefe de la Prefectura Naval Argentina del Partido de Escobar.
Se trataba de un juvenil de ballena sei de unos 10/12 metros de largo. Esta especie está presente en todos los océanos del mundo, especialmente en latitudes medias. Se suelen ver en grupos de 2 a 5 individuos. Su población está estimada entre 50.000 o 60.000 ejemplares y se encuentra clasificada “en peligro” por la UICN.
Riesgos y complicaciones para una ballena en el río
Frente al aviso se conformó inmediatamente un grupo de trabajo integrado por: Prefectura Naval Argentina, Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de La Nación, Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible (OPDS) de Buenos Aires, Fundación Cethus y el Instituto de Conservación de Ballenas. Dada la jurisdicción, el operativo estuvo coordinado conjuntamente por la Subprefectura de Escobar y la Red de Rescate de Fauna Provincial del OPDS. El objetivo era lograr el cambio de rumbo de la ballena para que pueda salir al mar. Lamentablemente, el lunes 8 al realizar el rastrillaje a primera hora de la mañana, la ballena fue encontrada sin vida a la altura del km 76, cerca del Puerto regasificador de Escobar.
Roxana Schteinbarg, Directora del área de conservación del ICB y quien intervino en el grupo de trabajo conformado durante el fin de semana expresó:
“Desconocemos desde hace cuantos días la ballena se encontraba en agua dulce, tal vez haya estado previamente en el Río de la Plata. En muchos casos, el debilitamiento hace que sea casi imposible regresar al mar y se produce la muerte. Lo única intervención posible es tratar de guiarla con la ayuda de embarcaciones, lo cual es muy difícil en cauces tan anchos como el del Paraná de las Palmas.”
Con la colaboración de la Fundación Temaiken, personal de Prefectura efectuó fijación del cetáceo a la margen izquierda del río y el martes 9 un equipo técnico de la Fundación Cethus y de la Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires efectuaron la de muestras de tejidos. Si bien por las características topográficas del lugar no fue posible realizar un estudio completo del animal, las muestras tomadas permitirán conocer algunas variables que ayuden a evaluar el estado de salud del cetáceo.
Este suceso se produjo a pocos días, de otro caso similar de una ballena de la misma especie, pero sobre el margen uruguayo en la zona de Martín Chico. En este caso la ballena fue reportada varada viva y con la creciente pudo volver al cauce, pero fue encontrada horas más tarde sin vida. La Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DINARA) reportó que se trataba de un ejemplar hembra de unos 7 metros de largo y los estudios fueron realizados por la Facultad de Veterinaria
El Dr. Mariano Sironi es Director Científico del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) explica que:
“No es demasiado excepcional que una ballena ingrese a un curso de agua dulce con conexión al mar. Pese al avanzado sistema de orientación que poseen, a veces se pierden. Una vez que se hallan fuera del océano, comienzan los problemas. La piel es muy delicada y adaptada al agua salada, que entre otras cosas es curativa. Estos ejemplares suelen tener pequeñas lesiones en la piel propias de la especie, muchas veces producidas por roces, que en su medio habitual sanan, pero en agua dulce se infectan. Otro punto en contra es el gran esfuerzo que les depara el desafortunado trance de nadar en un río. Las ballenas necesitan salir y mantenerse en la superficie para respirar. Como es sabido, el agua salada favorece la flotabilidad, por lo que realizar el ascenso en agua dulce les exige un mayor gasto de energía.”
Contar en Argentina con una Red Nacional de Asistencia a eventos de fauna marina en riesgo es clave por el notable incremento de registros de eventos de varamientos y otras situaciones vinculados en su mayoría con acciones antrópicas sobre la fauna y el aumento de la urbanización de los espacios costeros. Estos casos, que incluyen tanto mamíferos como aves y tortugas marinas, requieren actuar de manera rápida, y con protocolos efectivos.
El ICB conjuntamente con otras organizaciones lleva adelante el Programa de Monitoreo Sanitario de la Ballena Franca Austral (PMSBFA), que desde el año 2003 estudia cada ballena que muere en las costas de Chubut para aprender sobre su salud y de esta manera contribuir a su conservación a través de estrategias de manejo.
© Instituto de Conservación de Ballenas. GACETILLA DE PRENSA – BALLENA SEI MUERE EN AGUAS DEL RÍO PARANÁ DE LAS PALMAS. Se puede reproducir citando la fuente.