INVESTIGADOR PRINCIPAL
Biól. Florencia Vilches / bio
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Licenciada en Ciencias Biológicas (Universidad de Buenos Aires). Investigadora.
Desde 2016, en el marco del acuerdo de cooperación entre el ICB y la Asociación de Guías Balleneros de Puerto Pirámides, se integran las imágenes tomadas a bordo de las embarcaciones al catálogo de ballenas identificadas. Este proyecto de ciencia ciudadana evidencia el potencial de las embarcaciones de avistaje para la investigación de ballenas y como fuente de información colaborativa para estudios aplicados a la conservación de las ballenas y su hábitat.
La fotoidentificación es una herramienta que permite conocer quién es quién en una población de animales. Pero, además, permite conocer algunos aspectos fundamentales sobre la biología y la dinámica de una población, tales como la edad a partir de la cual las hembras tienen cría y con qué frecuencia dan a luz, cuántas crías nacen cada año, cuánto tiempo permanecen en sus zonas de cría según sean madres, juveniles o adultos, entre otros. Fotoidentificar individuos en forma periódica y sostenida en el tiempo nos permite, a su vez, detectar cambios en la salud y dinámica de la población. Sin embargo, dado que realizamos los relevamientos aéreos de fotoidentificación una sola vez al año, esto limita la posibilidad de detectar tales cambios.
Integrando el avistaje de ballenas a la investigación
¿Qué pasa si hay ballenas “ocultando” sus Callosidades justo cuando nuestros investigadores sobrevuelan la península para fotoidentificarlas? Esta situación es muy común y ocurre por ejemplo cuando las ballenas descansan con su vientre hacia arriba, saltan o cuando están siendo atacadas por las gaviotas cocineras, que alteran el comportamiento de descanso de las ballenas y las obligan a permanecer más tiempo bajo el agua. Además, muchas ballenas llegan a las aguas de Península Valdés después o abandonan el área antes de septiembre, cuando realizamos el relevamiento anual. En todos estos casos, si la única fuente de información para la fotoidentificación en un año dado es el relevamiento aéreo, no sabremos que esas ballenas han estado en la península en ese año.
Entonces, ¿cómo podemos contar con otras fuentes de información para la fotoidentificación?
En el marco del acuerdo de cooperación entre el ICB y la Asociación de Guías Balleneros de Puerto Pirámides (AGB), iniciamos un proyecto para integrar las fotografías tomadas por fotógrafos profesionales desde las embarcaciones de avistaje turístico a nuestro catálogo de ballenas francas identificadas. Como resultado, hemos recibido 460.000 fotografías de ballenas tomadas por ocho fotógrafos profesionales entre 2003 y 2016.
Fotografías desde el aire y el agua aportan información complementaria
Las fotografías obtenidas a partir del relevamiento aéreo anual permiten registrar los individuos presentes en las aguas costeras de Península Valdés en septiembre, durante el pico de concentración de ballenas. En cambio, las fotografías obtenidas desde las embarcaciones de avistaje permiten identificar los individuos presentes en las aguas adyacentes a Puerto Pirámides entre junio y diciembre, y así sumar registros de un mismo individuo durante su permanencia en el área del Golfo Nuevo donde se realizan los avistajes. Además, las fotografías tomadas desde embarcaciones documentan con suficiente detalle el patrón de callosidades de las crías, relativamente pequeño y poco apreciable desde el aire, lo cual permite identificar crías en el año de su nacimiento y así conocer su edad y la familia a la que pertenecen.
Los primeros análisis del enorme banco fotográfico aportado por los fotógrafos de Puerto Pirámides ya han provisto información novedosa y de gran valor.
Hemos incorporado nuevas ballenas al catálogo y nuevos registros de observación de ballenas conocidas; determinado la edad de individuos conocidos y la familia a la que pertenecen; ampliado la información sobre los períodos entre pariciones de hembras conocidas; e identificado ballenas a lo largo de toda la temporada. Esperamos que al avanzar en el análisis de las fotografías estos hallazgos se enriquezcan y surjan otros, que permitan incrementar el conocimiento que hoy tenemos sobre los tiempos de permanencia en el Área Natural Protegida de los diferentes sexos y clases de edad; los vínculos sociales de ballenas que sean fotografiadas juntas en repetidas oportunidades; y el estado general de la población en base al análisis de heridas y cicatrices.
Este estudio pone en evidencia el enorme potencial que las embarcaciones de avistaje (*) tienen como plataformas de oportunidad para la investigación de ballenas, y de la ciencia ciudadana como fuente de información colaborativa para estudios aplicados a la conservación de las ballenas y su hábitat.
Agradecimientos
Agradecemos por haberse sumado a este proyecto aportando sus valiosas fotografías a la Asociación de Guías Balleneros de Puerto Pirámides y al Proyecto Patagonia Documental, especialmente a Alexis Fioramonti, Ángel Vélez, Hernán Romero, Jorge Barone, Luis Burgueño, Luis Pettite, Stephen Johnson y Paula Faiferman.
Lic. Florencia Vilches | Investigadora.
Licenciada en Ciencias Biológicas (Universidad de Buenos Aires).
Soy bióloga graduada en la Universidad de Buenos Aires y docente en la carrera de Gestión Ambiental de UADE. Conocí al Instituto de Conservación de Ballenas gracias a una conferencia que el Dr. Roger Payne brindó en Buenos Aires en 2008. Comencé entonces como voluntaria en la traducción de documentos para luego, desde 2009 y hasta 2014, coordinar el Programa de Adopción Ballena Franca Austral. Actualmente me desempeño como investigadora en la fotoidentificación de ballenas francas a partir de fotografías tomadas durante relevamientos aéreos y excursiones de avistaje. Participo además en proyectos educativos y de divulgación científica.