Si bien el objetivo principal de este proyecto es evaluar la condición corporal de las ballenas francas en Península Valdés para tratar de explicar las causas de mortandad de crías, el estudio continuado a lo largo de varias temporadas permite también recolectar información relevante sobre otros aspectos y responder algunos interrogantes clave, entre ellos: ¿Cómo es la condición corporal de las ballenas que acaban de parir? ¿Y de sus crías recién nacidas? ¿Cómo cambian sus medidas y su condición corporal a lo largo de la temporada? ¿Y entre temporadas? ¿Cuál es la relación entre el peso que pierden las madres y el que ganan las crías? ¿Las ballenas con más heridas causadas por ataques de gaviotas tienen peor condición corporal? ¿En qué condición corporal se encuentran las ballenas francas de distintas poblaciones del mundo?

Esta información, combinada con los estudios que el Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral realiza sobre las ballenas francas que mueren, permite evaluar el estado de salud general de la población de ballenas de Península Valdés.

Además, a partir de las imágenes obtenidas podemos identificar a las ballenas y hacer el seguimiento de madres y crías, e inclusive analizar su historia de vida previa. Al fotografiar un mismo individuo en forma sucesiva a lo largo de una temporada es posible cuantificar la pérdida de peso de las madres y el crecimiento de sus ballenatos durante la lactancia.

Las imágenes aéreas también permiten registrar lesiones, sobre todo las originadas por las gaviotas y su evolución. Al relacionar esta información con los cambios en el peso de los ballenatos, es posible conocer cómo inciden estos ataques en su crecimiento. Adicionalmente, se pueden identificar otras lesiones como por ejemplo pequeños cortes en la cola, cicatrices de enmallamientos en el pedúnculo caudal, cortes profundos, grandes raspones y marcas de origen desconocido. Al recolectar imágenes de ballenas heridas, ya sea por enmallamiento o colisiones, podemos ayudar a evaluar el impacto de las actividades humanas en esta población de ballenas francas.

Los VANTs (también conocidos como “drones”) son piloteados desde la costa o desde botes, y vuelan a una altura de aproximadamente 30 metros para fotografiar a las ballenas cuando se encuentran en la superficie. La visibilidad ideal se obtiene cuando la ballena está flotando extendida sobre la superficie del agua, con la espalda hacia arriba, sin arquearse y con su contorno visible. De ese modo podemos medir el cuerpo entero usando programas especializados.

Específicamente, para estimar la condición corporal de las ballenas se seleccionan las mejores fotos de cada ballena encontrada, y se mide el largo y el ancho del cuerpo en incrementos del 5% a lo largo del eje del cuerpo. Las imágenes son clasificadas según su grado de calidad considerando varios atributos que incluyen el foco de la cámara, la posición de la ballena y la precisión de las medidas de longitud y ancho. Con estos datos, se calculan las tasas de crecimiento individual de las crías en función del tamaño y condición corporal de sus madres, a través de la comparación del largo del cuerpo de las crías con el volumen corporal de las madres. Además, estas imágenes permiten calcular la superficie de las heridas producidas por las gaviotas y estimar el peso de las ballenas.

• Madres con sus crías nacidas el año anterior y luego ya destetadas, iniciando su vida como individuos solitarios.
• Hembras al final de su periodo de gestación y luego con sus ballenatos recién nacidos, lo cual contribuye a mejorar modelos para estimar el crecimiento fetal. 
• Crecimiento de las crías durante las primeras semanas de vida.
• Comportamientos que desde la costa son más difíciles de interpretar, tales como alimentación, lactancia y muchos otros que suelen perderse si se las observa únicamente desde la costa.
• Heridas de orígenes diversos.